lunes, 6 de mayo de 2013

Animales y Educación

 Hola a todos mis lectores. Esta entrada posiblemente, será una de las últimas así que me encantaría dedicarla a los animales y los múltiples beneficios que  nos proporciona tenerlos en casa y en nuestra vida. Como sabemos, hoy en día hay una mascota en prácticamente todos los hogares españoles, pero siempre se plantea, y más ahora con la crisis, qué tendría de  beneficioso un perro o gato en la familia.
 Cuando decidimos tener una mascota, lo primero que pensamos son las cosas negativas que ello puede traer, como alergias, vacunas, ensucian… Sin embargo, debemos ver la cantidad de aspectos positivos que ellos nos pueden traer a nuestras vidas. Tener una mascota nos puede proporcionar una gran estabilidad emocional, entretenimiento, y en el caso de los niños, potenciar la responsabilidad.
 Cabe destacar, que desde el punto de vista de la enseñanza, los padres pueden sacarle mucho partido a tener una mascota en casa, pero para ello deben estar pendientes de las situaciones que se dan para aprovecharlas en el momento que se dan, tanto desde la perspectiva emocional como educacional. Asimismo, como norma general, aquellos que amamos la naturaleza, no solemos ser malas personas, esto se debe a que el amor a los seres vivos universaliza los sentimientos y disminuye los aspectos negativos de la conducta que los humanos llevamos de forma innata. Por tanto, un contacto con la naturaleza desde que somos muy pequeños, hace que nos desarrollemos en un clima que aboga por el respeto a la vida; aumentando también la capacidad de observar lo que sucede a nuestro alrededor, la capacidad de cuidado, y sobre todo, aprendemos a relacionarnos.
 Por último, me gustaría añadir que cuando tenemos que tratar con niños con algún tipo de deficiencia, se ha comprobado que los animales pueden ser incluso unos mejores educadores que nosotros mismos. Cuando un niño deficiente tiene un perro delante, el hecho de poder tocarlo, observarlo e incluso hablar con él pareciendo que te entiende, hace que su cerebro en cierto modo despierte. Por tanto, se nos ofrecen muchas posibilidades de cura a través de la naturaleza, sólo hay que saber utilizar dichos recursos con inteligencia, humildad y amor.
 Desde mi punto de vista, enseñar a los niños en un entorno con mascotas los puede hacer crecer mucho como personas, ya que la naturaleza nos puede dar lecciones como sólo ella sabe.
Para más información: Asociación Española de terapias asistidas con animales y naturaleza. Web: http://www.aetana.es/

REFERENCIAS:
RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, Fernando: Los niños, los animales y la naturaleza (2002). Editorial EDAF. Madrid

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